l o n g i t u d e s: POETICA DE SAL

14-12-2019
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POETICA DE SAL

La poesía se hace de palabras que generan preguntas.
La poesía se hace de palabras que generan diálogo.
La poesía se hace de palabras que procrean el silencio.

Jack Landes

El poema no pretende más que preguntar, interpelar al lector. Y una vez se ha establecido la Pregunta el poeta debe escribir para cambiar las Preguntas. El poema no ansía respuestas pues es más importante la Pregunta que cualquier respuesta provisional, como la ciencia. Hay que escribir científicamente el corazón de los pájaros mudos, los pájaros negros de Nydia, las hermanas de Mar, el corazón de las aves asesinadas que ahora son árboles que no pueden levantar el vuelo. Hay que escribir para changer la vie, pues escribir ya cambia la vida y nos enseña nuevas ventanas por la que el poeta (y el lector) se hacen videntes (aunque no suelan coincidir sus visiones). Escribo porque no puedo dejar de escribir las aguamalas de la infancia y las alfarrecas de Portugal. Escribo para que los conjuros de Circe me devuelvan a su isla. Escribo para que el poema se incendie e ilumine su mirada (esquiva). Escribo para enamorarla ante mi propio espejo. Escribo para curarme la herida del fármaco, para sanar las quemaduras de las flores del fuego. Escribo para parecerme a Gerardo de Nerval y sus filles du feu. Escribo bebiendo la luna lisérgica de Sabines. Escribo la luna que se puede tomar como una cápsula cada ocho horas. Nunca falla y siempre es buena como hipnótico, sedante y emenagogo (para Circe). Escribir las ausencias para que se conviertan en presencias. Escribir el Mar y sus lunaciones. Escribir la SAL, la flor de SAL. Escribir las mujeres y los hombres proscritos. Escribir el mal, pues el bien, otros lo han escrito, y no pasado nada excepto el engorde de sus cuentas bancarias. Hay que escribir para encontrar el amor que no existe, para alejar a los médicos fedatarios de Glaxo y Monsanto. Escribir para obtener dividendos crecientes de la luna almaria. Recuerda, miuda lúa, menina lúa, unas gotas de luna en los ojos de los amantes ayudan a bien follecer.

*Santiago Aguaded Landero / el alquimista impaciente Blog de poesía y otras literaturas

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POETICA DE SAL

La poesía se hace de palabras que generan preguntas.
La poesía se hace de palabras que generan diálogo.
La poesía se hace de palabras que procrean el silencio.

Jack Landes

El poema no pretende más que preguntar, interpelar al lector. Y una vez se ha establecido la Pregunta el poeta debe escribir para cambiar las Preguntas. El poema no ansía respuestas pues es más importante la Pregunta que cualquier respuesta provisional, como la ciencia. Hay que escribir científicamente el corazón de los pájaros mudos, los pájaros negros de Nydia, las hermanas de Mar, el corazón de las aves asesinadas que ahora son árboles que no pueden levantar el vuelo. Hay que escribir para changer la vie, pues escribir ya cambia la vida y nos enseña nuevas ventanas por la que el poeta (y el lector) se hacen videntes (aunque no suelan coincidir sus visiones). Escribo porque no puedo dejar de escribir las aguamalas de la infancia y las alfarrecas de Portugal. Escribo para que los conjuros de Circe me devuelvan a su isla. Escribo para que el poema se incendie e ilumine su mirada (esquiva). Escribo para enamorarla ante mi propio espejo. Escribo para curarme la herida del fármaco, para sanar las quemaduras de las flores del fuego. Escribo para parecerme a Gerardo de Nerval y sus filles du feu. Escribo bebiendo la luna lisérgica de Sabines. Escribo la luna que se puede tomar como una cápsula cada ocho horas. Nunca falla y siempre es buena como hipnótico, sedante y emenagogo (para Circe). Escribir las ausencias para que se conviertan en presencias. Escribir el Mar y sus lunaciones. Escribir la SAL, la flor de SAL. Escribir las mujeres y los hombres proscritos. Escribir el mal, pues el bien, otros lo han escrito, y no pasado nada excepto el engorde de sus cuentas bancarias. Hay que escribir para encontrar el amor que no existe, para alejar a los médicos fedatarios de Glaxo y Monsanto. Escribir para obtener dividendos crecientes de la luna almaria. Recuerda, miuda lúa, menina lúa, unas gotas de luna en los ojos de los amantes ayudan a bien follecer.

*Santiago Aguaded Landero / el alquimista impaciente Blog de poesía y otras literaturas

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